La mujer en Ifá y el rol que ejerce según Linaje Odugbemi
El Rol de la Mujer en Ifa.
CompartirÁbórú Ábóyé Ábósísé.
Hermanos y hermanas.
Voy a intentar rescatar la filosofía y el debate intelectual, el verdadero intercambio de conocimientos y el enriquecimiento de nuestro acerbo cultural estimulando nuevamente el debate sobe el tema de ‘La Mujer en Ifà’.
He aquí mi modesta contribución y detallada aclaración relativa al controvertido tema del “Ifá en las mujeres”. Quede claro que de cualquier manera, algunos hermanos y hermanas después de leer este material -lo acepten o no-, el mismo no es más que el argumento en el que nos apoyamos muchos sacerdotes de Ifá que practicamos la Religión Yoruba Tradicional, para defender con fimeza el sacerdocio de Ifá en las mujeres. Como podrán apreciar, si los que opinan diferente a nosotros se consideran en razón para pensar y actuar como lo hacen, nosotros también pensamos y actuamos legítimamente de acuerdo a nuestras más legítimas convicciones...¡Y lo menos que debemos hacer es respetarnos mútuamente porque, tanto unos como otros, tenemos derecho a pensar y actuar como lo estimemos conveniente!.
Intentando dejar las discordias, las descalificaciones y la beligerancia a un lado, comprendiendo que evidentemente este es el marco menos apropiado para dirimir tales cosas, y tomando en consideración el reto intelectual lanzado por el Sr. Ifabilawo en lo que respecta al establecimiento de un supuesto debate de conocimientos -entre él y yo- relativos a la posibilidad o no del Itefa en la mujer, y también en respuesta al llamado de la Olorisa Iyá Omí Tomí, momentáneamente dejo a un lado mi decisión de apartarme de esta comunidad para exponerles lo sig.:
Ciertamente todo lo que se hace en Ifá y todo lo que no se puede hacer en Ifá, debe estar reflejado en su Corpus, o mejor dicho, en sus Odus. Sin embargo, versiones de Corpus Ifá (Tratados de Ifá), hay muchas, completas e incompletas, y en varios idiomas. Tambien es sabido que la autoría de tales tratados mayormente se desconoce, o sea, que respecto a éstos no se sabe quien los ha escrito, cuando, ni como, ni porqué. De la procedencia de otros –los menos-, puede conocerse su génesis, pero no es lo usual. Al respecto, es bien conocido que muchos babalawos investigadores dedican gran parte de sus vidas a recopilar Odus de distintas procedencias (unas conocidas y otras no), a fin de enriquecer sus conocimientos de Ifá. Sin embargo, esta labor recopilatoria tiene sus peligros y, el más sobresaliente de ellos, es la existencia de Odus adulterados, cuyos contenidos originales han sido manipulados a través del tiempo por personas desconocidas con intenciones que no pueden ser precisadas con exactitud. Por consiguiente, se aconseja por los especialistas en la materia que, los babalawos a la hora de legitimar o dar por buenas las prescripciones de un Odu de Ifá, deben verificar muy bien -en lo posible- la procedencia, la coherencia y la racionalidad del mensaje y que, a dicho Odu, le pueda ser aplicada con resultados positivos la regla del análisis por octava estipulada por el prestigioso Prof. Wande Abímbola en su libro “An Exposition of Ifá Literary Corpus”.
Por lo dicho, los especialistas (antropólogos, académicos e investigadores religiosos o laicos), ante el desconocimiento básico de la procedencia exacta de los Odus Ifá, exigen que el mensaje de un Ese (historia, leyenda, cuento o mito) de un Odu Ifá, para ser reconocido como tal, deberá ser coherente desde el principio hasta el final y no debe presentar contradicciones en su argumento principal. Es una situación similar a la que se daba antiguamente cuando los especialistas de la iglesia católica estudiaban minuciosamente las decenas de Evangelios que se les presentaban y ellos debían decidir cuales se aceptaban como auténticos y cuales no. En este caso sucede prácticamente lo mismo, aunque las Tradiciones Religiosas Orisas Yorubas desafortunadamente no cuentan con un cuerpo de especialistas a su servicio para tales menesteres, lo que quiere decir, que las investigaciones se llevan a cabo de manera no colegiada, o sea, que responden más a intereses intelectuales mayoritariamente no religiosos.
Llegados a este punto ya sabemos que existen Odus Ifá de indiscutible autenticidad, mientras que existen otros de dudosa procedencia y de discutible veracidad. Pero, ¿cuáles son unos y cuales los otros?. Realmente, con exactitud, eso no lo sabe nadie aún. Lo que tenemos en la mano no puede ser definitivamente autenticado. Es por ello que no existe un Libro Sagrado Único de Ifá todavía que sea Universal, porque aún no hay consenso al respecto entre los oluwos y babalawos del mundo, es por ello que sobreviven muchos Tratados de Corpus Ifá diferentes en África y en el resto del mundo.
Por lo tanto, y ahora entrando en materia, se ha llegado a la conclusión que el único Odu Ifá que le dedica mas atención al tema de la mujer con respecto a la posibilidad o no de ejercer el sacerdocio de Ifá, es el Odu Írété Ogbé. No existe otro en todos los Corpus Ifá existentes en el mundo que aborde este tema de la manera en que lo hace este Odu. Sin embargo, las diversas interpretaciones que se han dado y se dan a este Odu representan la manzana de la discordia entre los babalawos. Mientras unos interpretan que este Odu prohíbe a la mujer ser iniciada en el sacerdocio de Ifá, otros interpretan lo contrario, o sea, que la mujer sí puede ser sacerdotisa de Ifá (Iyanifa). De este antagonismo se derivan tres tendencias específicas:
1ª.- Los que se oponen totalmente al Ifá en las mujeres.
2ª.- Los que aceptan el Ifá en las mujeres, pero no las presentan a Odú (Ígbá Íwá).
3ª.- Los que aceptan el Ifá en las mujeres, pero sí las presentan a Odú (Ígbá Íwá).
Ahora se preguntarán, ¿porqué existen estas agudas divergencias tan antagónicas?. Pues existen por las diferentes y contrapuestas interpretaciones que los babalawos de diversas partes del mundo le han dado al Odu Írété Ogbé (Irete Untelu). Así resulta que en muchas comunidades, templos y linajes religiosos yorubas –donde se practica la Religión Yoruba Tradicional-, en Nigeria, Benin y en casi todos los Ilés Orisa Yorubas de Norteamérica, se ordenan constantemente mujeres en el sacerdocio de Ifá, y a simple modo de unos pocos ejemplos véase y compruébese -si se quiere- la siguiente información relativa a lugares y personas que ordenan y/o aceptan a la mujer en Ifá:
- Oluwo Chief Fágbémí Ójó Álábí (Oluwo del estado de Ogun, Nigeria).
- Oluwo Adébóyé Oyésányá (Oluwo principal del templo Íjó Órúnmílá Átó de Lagos, Nigeria).
- Oluwo Fágbémí Ájánákú ( Ex-Arabá de Lagos, Nigeria, y padre de la Iyanifa y sacerdotisa de Osún, la Sra. Jókóótífá Ájánákú Scott, de Lagos).
- Oluwo Chief Ójéríndé (Oluwo de Oyétóro, Nigeria).
- Oluwo Chief Kékéréáwó (Oluwo de Sáála Village, Nigeria).
- Oluwo Chief Fádéyí (Ojúgbúna de Oyétóro, Nigeria).
- Oluwo Chief Opláónúpékun (Erínmí Ópé de Ïérékú, Abeokutá, Nigeria).
- Oluwo Chief Olú Adéoyé (Oluwo Ilédí Aborigin, Abeokutá, Nigeria).
- Oluwo Afolabi Epega (Lider religioso del linaje Epega, de Ode Remo, estado de Ogún).
- Oluwo Chief Malomo Ágbéde (Lider del linaje Ágbéde de Éjígbo, Lagos, Nigeria).
- Awo Study Center de Norteamerica (Awó Fa’lókun Fatumbi y Chief FAMA’S).
- Ifafoundation de Norteamerica (Oluwo Philip J. Neimark Fágbámila).
- Ooni Osejeiman Adefunmi I (Yoruba African Village de Norteamerica. La Comunidad Yoruba de Norteamerica).
- Ilé Orisa Sangó de New York (lidereado por Iyanifa Ifasina).
Adicionalmente existen en Nigeria y Benin cientos de Ilés Orisas integrados a diferentes linajes religiosos que aceptan y ordenan a la mujer en Ifá. Lo mismo sucede en EE.UU donde se cuentan por decenas los Ilé Orisas Yorubas donde se practica la Religión Yoruba Tradicional y en los cuales el sacerdocio de la mujer en Ifá es algo natural. También pueden ser consultados algunos libros que especialmente tratan este tema, a saber: “Fundamentals of the Yorubá Religion”, cuya autora es la Iyanifa (sacerdotisa de Ifá), Áíná Adéwálé-Somadhi, Chief FAMA. “Bases de la Religión Yoruba”, cuyo autor es el Patriarca D. Olarimiwa Epega (Oluwo), padre del actual Oluwo Afolabia Epega, director del Imole Oluwa Institute (Centro de Altos Estudios de Ifá), de Lagos, Nigeria.
En fin, ejemplos de la mujer en Ifá hay por doquier, repartidos entre Nigeria, Benin y EE.UU. Ejemplos que además pueden ser perfectamente verificados...¡Ah, y las mujeres Iyanifas gozan de perfecta salud hasta que, como todas las mujeres y hombres del mundo, un día se enferman y mueren como todos!. O sea, que ninguna se muere, ni le caen maldiciones supersticiosas como aseguran algunas personas.
Y, ahora, como muestra de los sectores que se oponen al Ifá en las mujeres, cuya interpretación del Odu Írété Ogbé es completamente contraria al sector que someramente hemos examinado, nos encontramos en primer lugar a todos los seguidores del sincretismo yoruba-católico “Ocha-Ifá cubano”. O sea, que todos los babalawos cubanos se oponen al Ifá en las mujeres debido a su particular interpretación del Odu en cuestión. Es precisamente de ese tabú originado en Cuba que nacen los mitos y las fantasiosas leyendas relacionadas con la improbable muerte o enfermedad de las mujeres que vieran a Ódú (¡a pesar de que el fundamento de Ódú, Ígbá Íwá, no existe ni ha existido nunca en Cuba!). A tales efectos los cubanos se refieren al fundamento de Ólófín (el llamado Ódú de la Diáspora, que no es el fundamento de Ódú). Según algunos estudios realizados el Ólófin cubano puede haber tenido su origen en un fundamento de Ólófin que existe en Ifé, Nigeria, y el mismo se relaciona con Oduduwa. Pero, de cualquier manera, es un hecho incuestionable que los babalawos cubanos han establecido una fuerte creencia en la incapacidad de la mujer para ejercer el sacerdocio de Ifá-Orunmila por las razones mencionadas y –gracias al éxodo iniciado por ellos a partir del año 1959 y por haber tenido ellos una gran influencia en la diseminación de su sincretismo yoruba-católico por todo el continente americano y hasta en Europa- hoy en día el tabú relacionado a la incapacidad de la mujer para el sacerdocio de Ifá está bastante arraigado en esas zonas de influencia mencionadas.
No obstante, desde hace unos años, a partir del momento en que muchos babalawos yorubas procedentes de Nigeria y Benin inician un movimiento migratorio hacia los EE.UU, el cual aún se encuentra en pleno apogeo, La Religión Yoruba Tradicional inicia un proceso de expansión en América que poco a poco se va proyectando a otras zonas del mundo y con ello la instauración de los conceptos propios de la auténtica Tradición Orisa Yoruba, los cuales difieren en muchos aspectos de los que hasta ahora se han conocido a través del Ocha-ifá cubano. De ahí el trauma que se crea en la mente de muchas personas a la hora de asimilar los cambios en las concepciones litúrgicas, entre los cuales encontramos la consagración sacerdotal de la mujer en Ifá (conocido por Itefa).
Y, ahora muchos de ustedes se preguntarán, ¿Pero porqué unos interpretan el Odu Írété Ogbé de una manera, mientras otros lo hacen de otra manera?. ¿Es que acaso el Odu no dice lo mismo para todo el mundo?. ¡Pues he ahí el problema!. Mientras unos aceptan el Odu, tal y como lo han presentado (no se sabe quien); otros sin embargo, ponen en duda la autenticidad de dicho Odu argumentando que en el mismo se reflejan evidentes contradicciones inaceptables que demuestran que ese Odu en algún momento sufrió una adulteración burda y muy poco sofisticada. O sea, que ahora tenemos a:
1º.- Los que le niegan el derecho al sacerdocio de Ifá a la mujer son los que aceptan el
Odu Írété Ógbé -tal y como a ellos se lo han presentado (sin conocer su verdadera
procedencia)-, y sin cuestionarse las evidentes contradicciones que presenta este
Odu en su argumento.
2º.- Los que creen y aceptan el sacerdocio de Ifá en la mujer porque no admiten la
autenticidad del Odu Írété Ogbé que le presentan debido a que reconocen que el
mismo presenta una serie de contradicciones que hacen inadmisible su aceptación
y, por lo tanto, ello determina que algunos sectores asuman diferentes actitudes en
cuanto a la ordenación de la mujer en el mencionado sacerdocio. En este caso
dichas diferencias estriban en que mientras unos presentan la mujer a Odu (sin
permitirle que miré en el interior del llamado Cofre de Plata), otros sin embargo
(los menos) sí le permiten a la mujer mirar dentro del mencionado cofre.
Ahora llegados a este punto ya estamos preparados para efectuar un análisis minucioso del mencionado Odu y llegar cada uno a sus propias conclusiones.
La mujer en Ifá, ¿porqué no?
“Orunmila, tú aprenderás mi tabú: no quiero que tus esposas me miren la cara...”(palabras de Odu a Orunmila, según el Odú Írété Ogbé).
Por estas palabras de Odu es evidente que ella no quiere que “las esposas” de Orunmila le miren la cara...Entonces, queda claro que al resto de las mujeres no las incluyó en esta prohibición y, por consiguiente, éstas sí podrían verle su cara y su apariencia. De lo que se deduce que toda mujer que no fuese esposa de Orunmila “podría verle la cara y la apariencia a la deidad...”.
Sin embargo, las esposas de Orunmila, a pesar de que se les prohibió “mirarle la cara a Odu”, “sí podrían seguir viendo la apariencia de esta deidad”, porque al respecto esta última no dictó prohibición alguna.
Por lo dicho, si ahora aplicásemos estrictamente el mensaje implícito en las palabras de Odu a la liturgia contemporánea de Ifá, tendríamos que aceptar forzosamente que las esposas de los babalawos (en este caso en representación de las esposas de Orunmila), no podrían mirar dentro del Fundamento de Odu o Igba Iwa, aunque sí podrían ver su apariencia (el Fundamento, exteriormente), o lo que es lo mismo, que ellas pueden ser “presentadas” (se supone que a distancia) ó estar cerca del Fundamento de Odu (Igba Iwa), siempre que no miren el contenido de su recipiente (significando esto último el acto de mirar la cara de Odu).
Pero, continuemos con el análisis...
“He de pelear contra todo aquel que ose mirarme la cara. Contra todo aquel que mire mi apariencia...” (palabras de Odu a Orunmila, según el odu Írété Ogbé).
Está claro en este párrafo que acabamos de leer que –excepto las mujeres que no son esposas de Orunmila (porque así ya lo dispuso antes la poderosa deidad femenina)-, nadie podría mirarle la cara ni la apariencia a Odu...O sea, que el mensaje de la poderosa deidad a Orunmila podría ser resumido de la siguiente manera: “que solamente las mujeres que no fuesen esposas de Orunmila serían las únicas autorizadas para verle la cara y la apariencia a Odu...”.
Y, por lo visto hasta aquí, la siguiente pregunta es inevitable: ¿Y, los hombres que?. Pues sencillamente, hasta ahora nada...Ni los hombres, ni las esposas de Orunmila podrían verle la cara a Odu...Pero, es evidente que los hombres quedaron mas limitados todavía que las esposas de Orunmila. Éstas no podrían verle la cara a Odu, pero sí su apariencia...¡Mientras que los hombres no podrían ver de Odu, ni la cara ni la apariencia!. Así de claro...Y, no hay más. Al menos esto es lo que dice Írété Ogbé hasta al momento...Veremos lo que sucede más adelante.
”Ninguna mujer podrá verte...” (palabras de Orunmila, según el mismo odu de Ifá).
Es evidente que en esta expresión de Orunmila nos encontramos con una gran contradicción entre las dos deidades...Es por ello que debemos sopesar la gran diferencia existente entre lo dicho por Odu (“no quiero que ninguna de tus esposas me mire”), y lo que despues se le atribuye al propio Orunmila respecto a lo mismo (“ninguna mujer podrá verte”)...
¡Tamaña contradicción entre dos poderosísimas deidades!. Que por un lado Odu esté dictando un tabú exclusivamente dedicado a las esposas de Orunmila, mientras que por el otro vaya Orunmila reinterpretando el mismo tabú de manera diferente y dedicándoselo a “todas las mujeres de este mundo...”.
Pero, continuemos con el análisis, pues aún hay más...
“Odu, tu has de completar el poder de mis hijos, pero ninguna de sus esposas podrá mirarte y ninguna mujer podrá verte. Desde ahora ningún Babalawo estará completo si no posee a Odu, y no podrá consultar Ifá hasta el día que él reciba a Odu...” (palabras de Orunmila, según el mismo odu de Ifá).
Ahora, después de leer este párrafo es mayor nuestra incertidumbre. Aquí percibimos a un Orunmila injusta y sospechosamente “machista”...Aquí, nos dan a entender que Él habla de “mis hijos” en masculino (evidentemente ya descartada la mujer como “hija” iniciada en su sacerdocio), y vuelve a ratificar “que ninguna mujer podrá mirar a Odu” (y, ¡aquí vuelve a ir más allá del entorno de sus esposas!). O sea, de manera sospechosa Él le sube el listón a Odu, pues no solo se limita a cumplir el dictado restrictivo de la deidad sobre sus esposas, sino que, incomprensiblemente lo extiende a todas las mujeres del mundo...¿Pero, porqué lo hace?. ¿Acaso Él no comprendió que Odu desde un principio solamente se había limitado estrictamente a prohibir a sus esposas y a los hombres que mirasen su cara y su apariencia..?. ¿Entonces porqué esta extraña contradicción..?.
Por otro lado, ¿qué “motivos lógicos” tendría Orunmila para expresar que Odu completará el poder de sus “hijos” (¡varones!), sentenciando que a partir de ese momento todo Babalawo (¡varón!), no estará completo si no posee a Odu, e incluso, que aquellos no podrían ni tan siquiera consultar Ifá mientras no recibieran a la deidad en cuestión..?.
Reitero que es evidente que hasta aquí nos encontramos con preocupantes contradicciones entre lo que expresado por Odu y lo dicho por Orunmila. Pero, veamos ahora una especie de resumen de todo lo examinado hasta el momento...
1º - Odu expresa que no quiere que las esposas de Orunmila miren su cara.
2º - Odu, no prohíbe a las esposas de Orunmila que miren su apariencia.
3º - Las únicas criaturas autorizadas por Odu para ver su cara y su
apariencia fueron las mujeres que no fuesen esposas de Orunmila, o sea, el resto
de las mujeres del mundo.
4º - Odu prohíbe terminantemente a los hombres y, al resto de las criaturas, que miren
su cara y su apariencia.
5º - Orunmila determina que ninguna mujer podrá ver la cara de Odu.
6º.- Orunmila no prohíbe que las mujeres en general vean la apariencia de la deidad.
7º - Orunmila “asume” que los babalawos fuesen hombres cuando se refiere a ellos
como a “mis hijos”, en masculino, descartando a la mujer de su sacerdocio.
Y, ahora, después de leer este resumen nos enfrentamos a una situación aún más confusa y embarazosa porque a simple vista se observa que en este asunto Odu va por un lado y Orunmila por el otro...¡No se ponen de acuerdo!. Pero, ¿y qué nos dice todo esto..?. Veamos...
Pues, que mientras Odu solo acepta que la miren a la cara y que vean su apariencia “solamente las mujeres que no fuesen esposas de Orunmila”, este último, por otro lado, haciendo caso omiso al tabú dictado por la poderosa deidad femenina, por extraño y contradictorio decreto, autoriza únicamente a los hombres, no solo a mirar la cara y apariencia de Odu, si no, ¡a recibir el Fundamento o Cofre Plateado de la deidad..!. Y, desconoce y desautoriza totalmente a la mujer (sea esposa de Él o no), a mirar la cara de Odu, y por ende, a recibir a su Fundamento...
Llegados a este punto ya no queda otra alternativa que llegar a conclusiones propias porque el controvertido odu Írété Ogbé que nos presentan no las ofrece. Entonces tenemos...
“Por un lado a Odu defendiendo los derechos exclusivos de la mujer en detrimento de los derechos de los hombres, y un Orunmila haciendo todo lo contrario a favor de los hombres y en detrimento de los derechos de la mujer...”.
¡El eterno dilema de los sexos!. ¿Hombre o mujer..?. ¿Mujer u hombre..?.
Llegados a este punto –si nos limitásemos a cumplir lo dicho por Odu-, ahora podríamos interpretar que “las únicas que podrían ser Iyanifas (femenino de babalawos) “completas”, serían las mujeres que no fuesen esposas de Orunmila, pues solo ellas podrían recibir a Odu. Entonces los hombres podrían llegar a ser babalawos “incompletos” porque no podrían recibir a Odu...¡Y, entonces la categoría de Oluwos solo recaería sobre estas mujeres..!. Esta podría ser la interpretación más lógica de lo que dice este odu Írété Ogbé, pues la injustificable y contradictoria actitud que nos presenta de Orunmila, no es creíble, debido a su falta de coherencia con el argumento principal del mismo.
Definitivamente que, “en esta versión” del odu Írété Ogbé que nos ocupa (cuyo origen real es completamente incierto y sospechoso), se le han atribuido de una manera absurda, irresponsable e irrespetuosa a dos poderosas deidades una de las más vulgares frustraciones y miserias que pueda exhibir el ser humano: el sentimiento discriminativo sexual (del hombre por la mujer y viceversa), lo cual pone en total tela de juicio la autenticidad del contradictorio mensaje expresado en el mencionado odu de Ifá.. Porque, sencillamente el mensaje expuesto en el mencionado odu “no es serio”, “no es coherente”, “es irrespetuoso”, “impreciso”, “contradictorio” y, simplemente, “inaceptable” porque ofende la inteligencia humana en detrimento de la intachable moralidad de las deidades y los Orisas, e intenta de una manera burda y flagrante plantar la semilla de un evidente sentimiento discriminativo hacia la mujer en un claro intento por atentar contra la igualdad entre ambos sexos. Y, esto nos debe llevar a la conclusión de que “no todos los tratados de odu Ifá que andan por ahí son auténticos, y que debemos ser cuidadosamente selectivos a la hora de aceptar tratados y odus Ifá...¡Y, más aún, a la hora de darlos como buenos y de aplicar sus enseñanzas en nuestras vidas cotidianas!. Al respecto, debemos buscar legitimación y autenticidad para no ser engañados y confundidos”.
En gran medida todo esto ha dado al traste con las grandes controversias que existen hoy en día en cuanto a las iniciaciones Itefa de las mujeres en Ifá (las mujeres Iyanifas). Así, mientras unos abogan por el Ifá en las mujeres, otros se oponen tajantemente a ello. Lo que determina que en la actualidad existan lugares donde la mujer es discriminada en Ifá, mientras que en otros, su derecho a ser iniciada en el sacerdocio de este Orisa es plenamente reconocido. Y, llegados a este punto debemos estar conscientes que, salvo esta controvertida versión del odu Írété Ogbé, en todo el Corpus Ifá (incluidos todos los tratados existentes), no existe odu alguno que exprese claramente y, sin lugar a dudas, “que la mujer no puede ser sacerdotisa (Iyanifa) de Ifá”; ó que, “solo los hombres serán sacerdotes de Ifá (babalawos)”; ó que, “solo los hombres serán Oluwos porque serán los únicos que recibirán el Fundamento de Odu”; ó que, “la mujer no puede ser Oluwo porque no puede recibir el Fundamento de Odu”...Esta es la realidad y, como puede apreciarse, no da lugar a decantarse por el hombre o por la mujer en lo que respecta a los menesteres del sacerdocio de Ifá. ¡Lo demás es pura especulación!.
Hermanos y hermanas.
Voy a intentar rescatar la filosofía y el debate intelectual, el verdadero intercambio de conocimientos y el enriquecimiento de nuestro acerbo cultural estimulando nuevamente el debate sobe el tema de ‘La Mujer en Ifà’.
He aquí mi modesta contribución y detallada aclaración relativa al controvertido tema del “Ifá en las mujeres”. Quede claro que de cualquier manera, algunos hermanos y hermanas después de leer este material -lo acepten o no-, el mismo no es más que el argumento en el que nos apoyamos muchos sacerdotes de Ifá que practicamos la Religión Yoruba Tradicional, para defender con fimeza el sacerdocio de Ifá en las mujeres. Como podrán apreciar, si los que opinan diferente a nosotros se consideran en razón para pensar y actuar como lo hacen, nosotros también pensamos y actuamos legítimamente de acuerdo a nuestras más legítimas convicciones...¡Y lo menos que debemos hacer es respetarnos mútuamente porque, tanto unos como otros, tenemos derecho a pensar y actuar como lo estimemos conveniente!.
Intentando dejar las discordias, las descalificaciones y la beligerancia a un lado, comprendiendo que evidentemente este es el marco menos apropiado para dirimir tales cosas, y tomando en consideración el reto intelectual lanzado por el Sr. Ifabilawo en lo que respecta al establecimiento de un supuesto debate de conocimientos -entre él y yo- relativos a la posibilidad o no del Itefa en la mujer, y también en respuesta al llamado de la Olorisa Iyá Omí Tomí, momentáneamente dejo a un lado mi decisión de apartarme de esta comunidad para exponerles lo sig.:
Ciertamente todo lo que se hace en Ifá y todo lo que no se puede hacer en Ifá, debe estar reflejado en su Corpus, o mejor dicho, en sus Odus. Sin embargo, versiones de Corpus Ifá (Tratados de Ifá), hay muchas, completas e incompletas, y en varios idiomas. Tambien es sabido que la autoría de tales tratados mayormente se desconoce, o sea, que respecto a éstos no se sabe quien los ha escrito, cuando, ni como, ni porqué. De la procedencia de otros –los menos-, puede conocerse su génesis, pero no es lo usual. Al respecto, es bien conocido que muchos babalawos investigadores dedican gran parte de sus vidas a recopilar Odus de distintas procedencias (unas conocidas y otras no), a fin de enriquecer sus conocimientos de Ifá. Sin embargo, esta labor recopilatoria tiene sus peligros y, el más sobresaliente de ellos, es la existencia de Odus adulterados, cuyos contenidos originales han sido manipulados a través del tiempo por personas desconocidas con intenciones que no pueden ser precisadas con exactitud. Por consiguiente, se aconseja por los especialistas en la materia que, los babalawos a la hora de legitimar o dar por buenas las prescripciones de un Odu de Ifá, deben verificar muy bien -en lo posible- la procedencia, la coherencia y la racionalidad del mensaje y que, a dicho Odu, le pueda ser aplicada con resultados positivos la regla del análisis por octava estipulada por el prestigioso Prof. Wande Abímbola en su libro “An Exposition of Ifá Literary Corpus”.
Por lo dicho, los especialistas (antropólogos, académicos e investigadores religiosos o laicos), ante el desconocimiento básico de la procedencia exacta de los Odus Ifá, exigen que el mensaje de un Ese (historia, leyenda, cuento o mito) de un Odu Ifá, para ser reconocido como tal, deberá ser coherente desde el principio hasta el final y no debe presentar contradicciones en su argumento principal. Es una situación similar a la que se daba antiguamente cuando los especialistas de la iglesia católica estudiaban minuciosamente las decenas de Evangelios que se les presentaban y ellos debían decidir cuales se aceptaban como auténticos y cuales no. En este caso sucede prácticamente lo mismo, aunque las Tradiciones Religiosas Orisas Yorubas desafortunadamente no cuentan con un cuerpo de especialistas a su servicio para tales menesteres, lo que quiere decir, que las investigaciones se llevan a cabo de manera no colegiada, o sea, que responden más a intereses intelectuales mayoritariamente no religiosos.
Llegados a este punto ya sabemos que existen Odus Ifá de indiscutible autenticidad, mientras que existen otros de dudosa procedencia y de discutible veracidad. Pero, ¿cuáles son unos y cuales los otros?. Realmente, con exactitud, eso no lo sabe nadie aún. Lo que tenemos en la mano no puede ser definitivamente autenticado. Es por ello que no existe un Libro Sagrado Único de Ifá todavía que sea Universal, porque aún no hay consenso al respecto entre los oluwos y babalawos del mundo, es por ello que sobreviven muchos Tratados de Corpus Ifá diferentes en África y en el resto del mundo.
Por lo tanto, y ahora entrando en materia, se ha llegado a la conclusión que el único Odu Ifá que le dedica mas atención al tema de la mujer con respecto a la posibilidad o no de ejercer el sacerdocio de Ifá, es el Odu Írété Ogbé. No existe otro en todos los Corpus Ifá existentes en el mundo que aborde este tema de la manera en que lo hace este Odu. Sin embargo, las diversas interpretaciones que se han dado y se dan a este Odu representan la manzana de la discordia entre los babalawos. Mientras unos interpretan que este Odu prohíbe a la mujer ser iniciada en el sacerdocio de Ifá, otros interpretan lo contrario, o sea, que la mujer sí puede ser sacerdotisa de Ifá (Iyanifa). De este antagonismo se derivan tres tendencias específicas:
1ª.- Los que se oponen totalmente al Ifá en las mujeres.
2ª.- Los que aceptan el Ifá en las mujeres, pero no las presentan a Odú (Ígbá Íwá).
3ª.- Los que aceptan el Ifá en las mujeres, pero sí las presentan a Odú (Ígbá Íwá).
Ahora se preguntarán, ¿porqué existen estas agudas divergencias tan antagónicas?. Pues existen por las diferentes y contrapuestas interpretaciones que los babalawos de diversas partes del mundo le han dado al Odu Írété Ogbé (Irete Untelu). Así resulta que en muchas comunidades, templos y linajes religiosos yorubas –donde se practica la Religión Yoruba Tradicional-, en Nigeria, Benin y en casi todos los Ilés Orisa Yorubas de Norteamérica, se ordenan constantemente mujeres en el sacerdocio de Ifá, y a simple modo de unos pocos ejemplos véase y compruébese -si se quiere- la siguiente información relativa a lugares y personas que ordenan y/o aceptan a la mujer en Ifá:
- Oluwo Chief Fágbémí Ójó Álábí (Oluwo del estado de Ogun, Nigeria).
- Oluwo Adébóyé Oyésányá (Oluwo principal del templo Íjó Órúnmílá Átó de Lagos, Nigeria).
- Oluwo Fágbémí Ájánákú ( Ex-Arabá de Lagos, Nigeria, y padre de la Iyanifa y sacerdotisa de Osún, la Sra. Jókóótífá Ájánákú Scott, de Lagos).
- Oluwo Chief Ójéríndé (Oluwo de Oyétóro, Nigeria).
- Oluwo Chief Kékéréáwó (Oluwo de Sáála Village, Nigeria).
- Oluwo Chief Fádéyí (Ojúgbúna de Oyétóro, Nigeria).
- Oluwo Chief Opláónúpékun (Erínmí Ópé de Ïérékú, Abeokutá, Nigeria).
- Oluwo Chief Olú Adéoyé (Oluwo Ilédí Aborigin, Abeokutá, Nigeria).
- Oluwo Afolabi Epega (Lider religioso del linaje Epega, de Ode Remo, estado de Ogún).
- Oluwo Chief Malomo Ágbéde (Lider del linaje Ágbéde de Éjígbo, Lagos, Nigeria).
- Awo Study Center de Norteamerica (Awó Fa’lókun Fatumbi y Chief FAMA’S).
- Ifafoundation de Norteamerica (Oluwo Philip J. Neimark Fágbámila).
- Ooni Osejeiman Adefunmi I (Yoruba African Village de Norteamerica. La Comunidad Yoruba de Norteamerica).
- Ilé Orisa Sangó de New York (lidereado por Iyanifa Ifasina).
Adicionalmente existen en Nigeria y Benin cientos de Ilés Orisas integrados a diferentes linajes religiosos que aceptan y ordenan a la mujer en Ifá. Lo mismo sucede en EE.UU donde se cuentan por decenas los Ilé Orisas Yorubas donde se practica la Religión Yoruba Tradicional y en los cuales el sacerdocio de la mujer en Ifá es algo natural. También pueden ser consultados algunos libros que especialmente tratan este tema, a saber: “Fundamentals of the Yorubá Religion”, cuya autora es la Iyanifa (sacerdotisa de Ifá), Áíná Adéwálé-Somadhi, Chief FAMA. “Bases de la Religión Yoruba”, cuyo autor es el Patriarca D. Olarimiwa Epega (Oluwo), padre del actual Oluwo Afolabia Epega, director del Imole Oluwa Institute (Centro de Altos Estudios de Ifá), de Lagos, Nigeria.
En fin, ejemplos de la mujer en Ifá hay por doquier, repartidos entre Nigeria, Benin y EE.UU. Ejemplos que además pueden ser perfectamente verificados...¡Ah, y las mujeres Iyanifas gozan de perfecta salud hasta que, como todas las mujeres y hombres del mundo, un día se enferman y mueren como todos!. O sea, que ninguna se muere, ni le caen maldiciones supersticiosas como aseguran algunas personas.
Y, ahora, como muestra de los sectores que se oponen al Ifá en las mujeres, cuya interpretación del Odu Írété Ogbé es completamente contraria al sector que someramente hemos examinado, nos encontramos en primer lugar a todos los seguidores del sincretismo yoruba-católico “Ocha-Ifá cubano”. O sea, que todos los babalawos cubanos se oponen al Ifá en las mujeres debido a su particular interpretación del Odu en cuestión. Es precisamente de ese tabú originado en Cuba que nacen los mitos y las fantasiosas leyendas relacionadas con la improbable muerte o enfermedad de las mujeres que vieran a Ódú (¡a pesar de que el fundamento de Ódú, Ígbá Íwá, no existe ni ha existido nunca en Cuba!). A tales efectos los cubanos se refieren al fundamento de Ólófín (el llamado Ódú de la Diáspora, que no es el fundamento de Ódú). Según algunos estudios realizados el Ólófin cubano puede haber tenido su origen en un fundamento de Ólófin que existe en Ifé, Nigeria, y el mismo se relaciona con Oduduwa. Pero, de cualquier manera, es un hecho incuestionable que los babalawos cubanos han establecido una fuerte creencia en la incapacidad de la mujer para ejercer el sacerdocio de Ifá-Orunmila por las razones mencionadas y –gracias al éxodo iniciado por ellos a partir del año 1959 y por haber tenido ellos una gran influencia en la diseminación de su sincretismo yoruba-católico por todo el continente americano y hasta en Europa- hoy en día el tabú relacionado a la incapacidad de la mujer para el sacerdocio de Ifá está bastante arraigado en esas zonas de influencia mencionadas.
No obstante, desde hace unos años, a partir del momento en que muchos babalawos yorubas procedentes de Nigeria y Benin inician un movimiento migratorio hacia los EE.UU, el cual aún se encuentra en pleno apogeo, La Religión Yoruba Tradicional inicia un proceso de expansión en América que poco a poco se va proyectando a otras zonas del mundo y con ello la instauración de los conceptos propios de la auténtica Tradición Orisa Yoruba, los cuales difieren en muchos aspectos de los que hasta ahora se han conocido a través del Ocha-ifá cubano. De ahí el trauma que se crea en la mente de muchas personas a la hora de asimilar los cambios en las concepciones litúrgicas, entre los cuales encontramos la consagración sacerdotal de la mujer en Ifá (conocido por Itefa).
Y, ahora muchos de ustedes se preguntarán, ¿Pero porqué unos interpretan el Odu Írété Ogbé de una manera, mientras otros lo hacen de otra manera?. ¿Es que acaso el Odu no dice lo mismo para todo el mundo?. ¡Pues he ahí el problema!. Mientras unos aceptan el Odu, tal y como lo han presentado (no se sabe quien); otros sin embargo, ponen en duda la autenticidad de dicho Odu argumentando que en el mismo se reflejan evidentes contradicciones inaceptables que demuestran que ese Odu en algún momento sufrió una adulteración burda y muy poco sofisticada. O sea, que ahora tenemos a:
1º.- Los que le niegan el derecho al sacerdocio de Ifá a la mujer son los que aceptan el
Odu Írété Ógbé -tal y como a ellos se lo han presentado (sin conocer su verdadera
procedencia)-, y sin cuestionarse las evidentes contradicciones que presenta este
Odu en su argumento.
2º.- Los que creen y aceptan el sacerdocio de Ifá en la mujer porque no admiten la
autenticidad del Odu Írété Ogbé que le presentan debido a que reconocen que el
mismo presenta una serie de contradicciones que hacen inadmisible su aceptación
y, por lo tanto, ello determina que algunos sectores asuman diferentes actitudes en
cuanto a la ordenación de la mujer en el mencionado sacerdocio. En este caso
dichas diferencias estriban en que mientras unos presentan la mujer a Odu (sin
permitirle que miré en el interior del llamado Cofre de Plata), otros sin embargo
(los menos) sí le permiten a la mujer mirar dentro del mencionado cofre.
Ahora llegados a este punto ya estamos preparados para efectuar un análisis minucioso del mencionado Odu y llegar cada uno a sus propias conclusiones.
La mujer en Ifá, ¿porqué no?
“Orunmila, tú aprenderás mi tabú: no quiero que tus esposas me miren la cara...”(palabras de Odu a Orunmila, según el Odú Írété Ogbé).
Por estas palabras de Odu es evidente que ella no quiere que “las esposas” de Orunmila le miren la cara...Entonces, queda claro que al resto de las mujeres no las incluyó en esta prohibición y, por consiguiente, éstas sí podrían verle su cara y su apariencia. De lo que se deduce que toda mujer que no fuese esposa de Orunmila “podría verle la cara y la apariencia a la deidad...”.
Sin embargo, las esposas de Orunmila, a pesar de que se les prohibió “mirarle la cara a Odu”, “sí podrían seguir viendo la apariencia de esta deidad”, porque al respecto esta última no dictó prohibición alguna.
Por lo dicho, si ahora aplicásemos estrictamente el mensaje implícito en las palabras de Odu a la liturgia contemporánea de Ifá, tendríamos que aceptar forzosamente que las esposas de los babalawos (en este caso en representación de las esposas de Orunmila), no podrían mirar dentro del Fundamento de Odu o Igba Iwa, aunque sí podrían ver su apariencia (el Fundamento, exteriormente), o lo que es lo mismo, que ellas pueden ser “presentadas” (se supone que a distancia) ó estar cerca del Fundamento de Odu (Igba Iwa), siempre que no miren el contenido de su recipiente (significando esto último el acto de mirar la cara de Odu).
Pero, continuemos con el análisis...
“He de pelear contra todo aquel que ose mirarme la cara. Contra todo aquel que mire mi apariencia...” (palabras de Odu a Orunmila, según el odu Írété Ogbé).
Está claro en este párrafo que acabamos de leer que –excepto las mujeres que no son esposas de Orunmila (porque así ya lo dispuso antes la poderosa deidad femenina)-, nadie podría mirarle la cara ni la apariencia a Odu...O sea, que el mensaje de la poderosa deidad a Orunmila podría ser resumido de la siguiente manera: “que solamente las mujeres que no fuesen esposas de Orunmila serían las únicas autorizadas para verle la cara y la apariencia a Odu...”.
Y, por lo visto hasta aquí, la siguiente pregunta es inevitable: ¿Y, los hombres que?. Pues sencillamente, hasta ahora nada...Ni los hombres, ni las esposas de Orunmila podrían verle la cara a Odu...Pero, es evidente que los hombres quedaron mas limitados todavía que las esposas de Orunmila. Éstas no podrían verle la cara a Odu, pero sí su apariencia...¡Mientras que los hombres no podrían ver de Odu, ni la cara ni la apariencia!. Así de claro...Y, no hay más. Al menos esto es lo que dice Írété Ogbé hasta al momento...Veremos lo que sucede más adelante.
”Ninguna mujer podrá verte...” (palabras de Orunmila, según el mismo odu de Ifá).
Es evidente que en esta expresión de Orunmila nos encontramos con una gran contradicción entre las dos deidades...Es por ello que debemos sopesar la gran diferencia existente entre lo dicho por Odu (“no quiero que ninguna de tus esposas me mire”), y lo que despues se le atribuye al propio Orunmila respecto a lo mismo (“ninguna mujer podrá verte”)...
¡Tamaña contradicción entre dos poderosísimas deidades!. Que por un lado Odu esté dictando un tabú exclusivamente dedicado a las esposas de Orunmila, mientras que por el otro vaya Orunmila reinterpretando el mismo tabú de manera diferente y dedicándoselo a “todas las mujeres de este mundo...”.
Pero, continuemos con el análisis, pues aún hay más...
“Odu, tu has de completar el poder de mis hijos, pero ninguna de sus esposas podrá mirarte y ninguna mujer podrá verte. Desde ahora ningún Babalawo estará completo si no posee a Odu, y no podrá consultar Ifá hasta el día que él reciba a Odu...” (palabras de Orunmila, según el mismo odu de Ifá).
Ahora, después de leer este párrafo es mayor nuestra incertidumbre. Aquí percibimos a un Orunmila injusta y sospechosamente “machista”...Aquí, nos dan a entender que Él habla de “mis hijos” en masculino (evidentemente ya descartada la mujer como “hija” iniciada en su sacerdocio), y vuelve a ratificar “que ninguna mujer podrá mirar a Odu” (y, ¡aquí vuelve a ir más allá del entorno de sus esposas!). O sea, de manera sospechosa Él le sube el listón a Odu, pues no solo se limita a cumplir el dictado restrictivo de la deidad sobre sus esposas, sino que, incomprensiblemente lo extiende a todas las mujeres del mundo...¿Pero, porqué lo hace?. ¿Acaso Él no comprendió que Odu desde un principio solamente se había limitado estrictamente a prohibir a sus esposas y a los hombres que mirasen su cara y su apariencia..?. ¿Entonces porqué esta extraña contradicción..?.
Por otro lado, ¿qué “motivos lógicos” tendría Orunmila para expresar que Odu completará el poder de sus “hijos” (¡varones!), sentenciando que a partir de ese momento todo Babalawo (¡varón!), no estará completo si no posee a Odu, e incluso, que aquellos no podrían ni tan siquiera consultar Ifá mientras no recibieran a la deidad en cuestión..?.
Reitero que es evidente que hasta aquí nos encontramos con preocupantes contradicciones entre lo que expresado por Odu y lo dicho por Orunmila. Pero, veamos ahora una especie de resumen de todo lo examinado hasta el momento...
1º - Odu expresa que no quiere que las esposas de Orunmila miren su cara.
2º - Odu, no prohíbe a las esposas de Orunmila que miren su apariencia.
3º - Las únicas criaturas autorizadas por Odu para ver su cara y su
apariencia fueron las mujeres que no fuesen esposas de Orunmila, o sea, el resto
de las mujeres del mundo.
4º - Odu prohíbe terminantemente a los hombres y, al resto de las criaturas, que miren
su cara y su apariencia.
5º - Orunmila determina que ninguna mujer podrá ver la cara de Odu.
6º.- Orunmila no prohíbe que las mujeres en general vean la apariencia de la deidad.
7º - Orunmila “asume” que los babalawos fuesen hombres cuando se refiere a ellos
como a “mis hijos”, en masculino, descartando a la mujer de su sacerdocio.
Y, ahora, después de leer este resumen nos enfrentamos a una situación aún más confusa y embarazosa porque a simple vista se observa que en este asunto Odu va por un lado y Orunmila por el otro...¡No se ponen de acuerdo!. Pero, ¿y qué nos dice todo esto..?. Veamos...
Pues, que mientras Odu solo acepta que la miren a la cara y que vean su apariencia “solamente las mujeres que no fuesen esposas de Orunmila”, este último, por otro lado, haciendo caso omiso al tabú dictado por la poderosa deidad femenina, por extraño y contradictorio decreto, autoriza únicamente a los hombres, no solo a mirar la cara y apariencia de Odu, si no, ¡a recibir el Fundamento o Cofre Plateado de la deidad..!. Y, desconoce y desautoriza totalmente a la mujer (sea esposa de Él o no), a mirar la cara de Odu, y por ende, a recibir a su Fundamento...
Llegados a este punto ya no queda otra alternativa que llegar a conclusiones propias porque el controvertido odu Írété Ogbé que nos presentan no las ofrece. Entonces tenemos...
“Por un lado a Odu defendiendo los derechos exclusivos de la mujer en detrimento de los derechos de los hombres, y un Orunmila haciendo todo lo contrario a favor de los hombres y en detrimento de los derechos de la mujer...”.
¡El eterno dilema de los sexos!. ¿Hombre o mujer..?. ¿Mujer u hombre..?.
Llegados a este punto –si nos limitásemos a cumplir lo dicho por Odu-, ahora podríamos interpretar que “las únicas que podrían ser Iyanifas (femenino de babalawos) “completas”, serían las mujeres que no fuesen esposas de Orunmila, pues solo ellas podrían recibir a Odu. Entonces los hombres podrían llegar a ser babalawos “incompletos” porque no podrían recibir a Odu...¡Y, entonces la categoría de Oluwos solo recaería sobre estas mujeres..!. Esta podría ser la interpretación más lógica de lo que dice este odu Írété Ogbé, pues la injustificable y contradictoria actitud que nos presenta de Orunmila, no es creíble, debido a su falta de coherencia con el argumento principal del mismo.
Definitivamente que, “en esta versión” del odu Írété Ogbé que nos ocupa (cuyo origen real es completamente incierto y sospechoso), se le han atribuido de una manera absurda, irresponsable e irrespetuosa a dos poderosas deidades una de las más vulgares frustraciones y miserias que pueda exhibir el ser humano: el sentimiento discriminativo sexual (del hombre por la mujer y viceversa), lo cual pone en total tela de juicio la autenticidad del contradictorio mensaje expresado en el mencionado odu de Ifá.. Porque, sencillamente el mensaje expuesto en el mencionado odu “no es serio”, “no es coherente”, “es irrespetuoso”, “impreciso”, “contradictorio” y, simplemente, “inaceptable” porque ofende la inteligencia humana en detrimento de la intachable moralidad de las deidades y los Orisas, e intenta de una manera burda y flagrante plantar la semilla de un evidente sentimiento discriminativo hacia la mujer en un claro intento por atentar contra la igualdad entre ambos sexos. Y, esto nos debe llevar a la conclusión de que “no todos los tratados de odu Ifá que andan por ahí son auténticos, y que debemos ser cuidadosamente selectivos a la hora de aceptar tratados y odus Ifá...¡Y, más aún, a la hora de darlos como buenos y de aplicar sus enseñanzas en nuestras vidas cotidianas!. Al respecto, debemos buscar legitimación y autenticidad para no ser engañados y confundidos”.
En gran medida todo esto ha dado al traste con las grandes controversias que existen hoy en día en cuanto a las iniciaciones Itefa de las mujeres en Ifá (las mujeres Iyanifas). Así, mientras unos abogan por el Ifá en las mujeres, otros se oponen tajantemente a ello. Lo que determina que en la actualidad existan lugares donde la mujer es discriminada en Ifá, mientras que en otros, su derecho a ser iniciada en el sacerdocio de este Orisa es plenamente reconocido. Y, llegados a este punto debemos estar conscientes que, salvo esta controvertida versión del odu Írété Ogbé, en todo el Corpus Ifá (incluidos todos los tratados existentes), no existe odu alguno que exprese claramente y, sin lugar a dudas, “que la mujer no puede ser sacerdotisa (Iyanifa) de Ifá”; ó que, “solo los hombres serán sacerdotes de Ifá (babalawos)”; ó que, “solo los hombres serán Oluwos porque serán los únicos que recibirán el Fundamento de Odu”; ó que, “la mujer no puede ser Oluwo porque no puede recibir el Fundamento de Odu”...Esta es la realidad y, como puede apreciarse, no da lugar a decantarse por el hombre o por la mujer en lo que respecta a los menesteres del sacerdocio de Ifá. ¡Lo demás es pura especulación!.
Comentarios