Ayáfá la mujer esposa de Ifá
.UNA INTRODUCCIÓN A ESTE TEMA
En los últimos años del siglo XX se desarrolló un movimiento de devotos y seguidores de Ifá, que se deslumbraron con las escrituras de Ifá de origen nigeriano, redactadas en composiciones extensas, ordenadas y hermosas, en momentos en que la tradición de Ifá que se transmitió y conservó en Cuba carecía de obras con contenido y presentación similares, algo que aún es una realidad. Esta comparación fue desfavorable para la tradición que fue legada en Cuba, e influyó en que muchos devotos y buscadores entendieran que el sistema de cultos en Cuba tenía limitaciones, que gran parte de “la verdad” se había quedado en Nigeria, y que había que ir a buscarla allá.
Muchas personas lo creyeron así, porque eso es lo que parecía. Sin embargo, el estudio de los aspectos que se mencionan a continuación:
- de la evolución histórica que significó la Diáspora
- de conceptos básicos que se manejan en ambos sistemas
- de la forma en que se estructura el culto en ambos sistemas
- de la forma en que se aprende y se enseña el culto en ambos sistemas
- de la profundidad del contenido litúrgico y el simbolismo ceremonial de ambos sistemas
Permite entender que el sistema de Ifá que prevaleció en Nigeria no está a la altura del sistema de Ifá que fue legado para conservarse y transmitirse al mundo desde la Cuna Cubana, y que la línea nigeriana es una rama podada del árbol, es una línea que no se integró a la evolución histórica de Ifá que se verificó desde su llegada a tierras cubanas, porque no era su destino perpetuarse.
Con alguna frecuencia se escuchan voces conciliadoras que dicen que no hay Ifá de Cuba ni hay Ifá de Nigeria, porque Ifá es solo uno: Ifá.
Esto es cierto. Y precisamente por eso, porque Ifá es solo uno, no pueden ser los dos.
Porque ambos tienen diferencias básicas que les hacen diferentes, que les hacen dos sistemas distintos con el mismo nombre, y eso no puede ser válido en el culto.
Las diferencias en algunos pasos ceremoniales y en algunos ingredientes, no cuentan, porque eso es lógico, pues estamos hablando de lugares del mundo diferentes, con recursos naturales diferentes, y con una idiosincrasia y una mentalidad diferentes.
Me refiero a las diferencias en aspectos que son fundamentales, que son básicos. Me refiero a diferencias en aspectos que no pueden ser diferentes. Con respecto a esos aspectos, cuando se estudian ambas líneas, es posible entender dos cosas:
- que una de las dos es
- y que no pueden ser las dos
Ifá, el único, es la línea evolutiva que fue conducida por Orísha a Cuba, y que desde Cuba se ha diseminado por América y resto del mundo, incluso retroalimentando a Nigeria.
Ifá, el único, está viviendo en estos tiempos bajo la poderosa magia simuladora del Óddun Iréte Ansá (Iréte - Osá), que reproduce la historia del Shangó falso y el Shangó verdadero, algo que se explicará en otro contexto, porque se aparta de este tema.
Entiendo que estas aseveraciones incomoden a personas que dedicaron su tiempo y sus economías al sistema de cultos nigeriano que se auto denomina tradicionalista. Pero estas personas tienen hoy la alternativa de corregir el rumbo, y pueden comenzar por estudiar la evolución histórica de Ifá en Nigeria y en la Diáspora cubana, pero sin aprehensiones ni prejuicios, porque solo así verán muchas cosas que hoy no ven.
Quienes comenzaron a transitar por el camino de Ifá según la concepción nigeriana, tienen la opción y la oportunidad de continuar, acercándose a la tradición que fue conservada en Cuba, recorriendo así el mismo camino histórico que fue guiado por Orísha, el mismo camino evolutivo de Ifá que fue recorrido por los Ancestros.
Estos comentarios sobre la autenticidad de Ifá según el legado cubano y según las concepciones nigerianas actuales, son comentarios necesarios como preámbulo al tema de la mujer y el sacerdocio de Ifá, porque actualmente los seguidores de las tradiciones nigerianas, tratan de hacer prevalecer una concepción de Ifá que sostiene que la mujer puede acceder a todos los niveles de compromiso y de desempeño sacerdotal que el varón. Algunas posiciones son aún más audaces, y defienden el derecho de la mujer a recibir el fundamento consagratorio de Óddu, e incluso defienden el derecho de los varones homosexuales a acceder al sacerdocio de Ifá.
Y precisamente todos los aspectos mencionados, son profanaciones, desviaciones inaceptables de la norma, que transgreden los tratados de Ifá respaldados por la Divinidad, según las enseñanzas ancestrales, mandamientos y normas del Culto a Ifá que se estructuró en Cuba, que es la forma más evolucionada de Ifá que existe.
Con respecto al compromiso de la mujer con el sacerdocio de Ifá, las enseñanzas que fueron transmitidas en Cuba, independientemente de la diversidad de tribus y naciones africanas que llegaron al país en diferentes épocas, coincidieron en cinco puntos, que pueden considerarse enseñanzas directas que constituyen normas del Culto a Ifá:
1. Las mujeres pueden ser consagradas al sacerdocio de Ifá
2. Esta consagración las juramenta como Ákuétebbí o sacerdotisas de Órunmilá
3. Las sacerdotisas de Ifá tienen diferentes niveles de compromiso con Órunmilá
4. Todos los niveles de compromiso sacerdotal de la mujer en Ifá, tienen limitaciones que no son aplicables a los babálawó
5. Por lo cual, ninguno de los compromisos sacerdotales de la mujer, las capacita para reemplazar al babálawó en todos los oficios religiosos
El presente documento inicia una serie que pretende explicar estos aspectos, y que estará dedicada a abordar el tema de la relación de la mujer con el sacerdocio de Ifá, que es uno de los temas que contienen diferencias básicas entre lo que enseñan actualmente muchos seguidores nigerianos, y lo que trascendió y se conservó como enseñanzas de Ifá, en Cuba.
En este trabajo no se pretende debatir si la mujer puede hacer alguna actividad, o si no puede hacerla, ni se pretende argumentar las razones legales o históricas, que facultan a la mujer para desempeñarse en lo que sea, porque es sabido que:
La mujer puede hacer cualquier cosa que se proponga
Esto es una verdad históricamente demostrada, y no procederá con sensatez quien pretenda cuestionarlo. Se trata de que hay cosas que la mujer no debe hacer, por dos razones:
- porque es un contrasentido que la mujer emprenda acciones relacionadas con las gestiones de oficio del Culto, que no están avaladas por los tratados ancestrales que respalda la Divinidad
- porque así como sucede en la vida, también en el Culto, que es una proyección de la vida, hay evoluciones que la mujer no debe acometer, porque significaría una violación del orden natural, y de su papel sagrado e insustituible como mujer
Estas limitaciones no tienen relación alguna con discriminación sexual. Por el contrario, estas limitaciones tienen que ver con el respeto al Principio del Género, uno de los pilares del funcionamiento de la Creación, y tienen el propósito de mantener la pureza del enorme poder que cada género sexual tiene en las operaciones mágicas y en la transformación de la realidad. Este tema intentará explicarlo.
Esta serie se presenta en un orden, que está señalado por una numeración. Por tanto, para el seguimiento al desarrollo de este tema, deben leerse los artículos en el orden en que se van presentando.
Que Obbátalá toque la puerta e ilumine generosamente a quien tenga la generosidad de abrirle
Que Ifá, el único, corresponda a cada cual según su merecimiento
LA MUJER Y EL SACERDOCIO DE IFÁ - II
- Oddí Ká Ebóin Layé -
UN ACERCAMIENTO A LOS CONCEPTOS
- IYÁ -
La tradición de Ifá establecida en tierra cubana enseñó dos significados y dos aplicaciones para utilizar el término Iyá.
Iyá significa madre.
Y la madre, siendo el recipiente donde se prepara la vida, y siendo dadora de la vida, es alguien que merece respeto por derecho propio.
Por analogía con esta concepción de la madre, el término Iyá también se utilizó para ser aplicado a una mujer que, aún no siendo madre física de persona alguna, aún no teniendo hijos nacidos de su vientre, se le considera una mujer venerable, respetable.
Por tanto:
- Iyá significa: Madre
- Iyá significa: Mujer venerable, Mujer respetada
- IYÁTOBBÍ -
La tradición de Ifá establecida en tierra cubana enseñó que la voz Iyátobbí se refiere a una mujer que es madre de alguien.
Porque:
Iyátobbí significa: Madre realizada, Madre lograda
Al formarse de las voces y sus respectivos significados, siguientes:
Iyá Tobbí
(Madre) (Progenie - Progenitora - Que parió)
Iyátobbí también significa: Madre grande, Madre inmensa
Al formarse de las voces y sus respectivos significados, siguientes:
Iyá Tobbí
(Madre) (De grandes dimensiones)
- ÁKUÉTEBBÍ o ÁPÉTEBBÍ -
Ápétebbí es una deformación de Ákuétebbí.
Y Ákuétébbí es una forma derivada de la voz: Ákuétóbbí.
Ákuétóbbí, a su vez, es una forma abreviada de la voz: Iyákuétóbbí.
Donde las voces: Ákuétébbí, Ápétebbí, Ákuétóbbí, Iyákuétobbí, tienen dos significados:
Significado 1
Iyá kué tó ibí
(madre / mujer respetada) (llamar) (preparar) (lugar)
Por tanto, Ákuétébbí, Ápétebbí, Ákuétóbbí, Iyákuétóbbí, se refieren a:
Una mujer respetada que tiene la facultad y la responsabilidad de preparar un lugar, y de llamar, de convocar a las personas, a las entidades, a las evoluciones, cuya presencia será requerida en el lugar que se prepara.
Significado 2
Iyá kué tobbí
(madre / mujer respetada) (llamar) (de grandes dimensiones)
Por tanto, Ákuétébbí, Ápétebbí, Ákuétóbbí, Iyákuétóbbí, se refieren a:
- Una mujer respetada que tiene la facultad y la responsabilidad de llamar, de convocar, y hacer venir a algo grande
- Una mujer respetada que tiene la facultad y la responsabilidad de llamar, de convocar, a entidades, o a evoluciones de grandeza, de magnificencia
De manera que las voces: Ákuétébbí, Ápétebbí, Ákuétóbbí, Iyákuétobbí, se refieren a algunos de los aspectos que jerarquizan y ejecutan las sacerdotisas de Ifá, y por tanto, se refieren a algunas de sus misiones.
- IYÁFÁ, AYÁFÁ -
Iyáfá significa: Madre de Ifá, Mujer respetada de Ifá
Al formarse de las voces y sus respectivos significados, siguientes:
Iyá Ifá
(madre / mujer respetada) (...)
Ayáfá significa: Esposa de Ifá
Al formarse de las voces y sus respectivos significados, siguientes:
Ayá Ifá
(esposa) (...)
Los ancestros, varones y mujeres, que tuvieron la misión histórica de proteger, perpetuar y custodiar el conocimiento ancestral de Ifá en tierras cubanas, enseñaron a utilizar indistintamente, las voces Iyáfá y Ayáfá, como términos equivalentes para designar un mismo significado.
Las Iyáfá o Ayáfá eran y son las esposas de Órunmilá, entendiéndose como tales, a las Ákuétebbí o Sacerdotisas de Órunmilá que mediante una selección y una ceremonia, han sido investidas de la condición de esposas de Órunmilá representado en un fundamento consagratorio en particular, y considerándoseles desposadas con una manifestación de Órunmilá menos abstracta, condición que les permite una cercanía mayor a la Divinidad, concretamente, a Órunmilá.
Fuera de Cuba, el grupo selecto de las Iyáfá o Ayáfá, no fue llamado así, sino que para designarle se utilizaron las voces: Iyánifá, Iyáónifá.
Iyánifá es una forma abreviada de Iyáónifá
Donde:
Iyá óni Ifá
(madre / mujer respetada) (dueña) (...)
Con un significado consagratorio equivalente al de Iyáfá, puesto que es la misma categoría sacerdotal llamada de manera similar.
En la circunstancia supuesta, de que los términos Iyánifá e Iyáónifá existieran en la época en que el Culto a Ifá se estableció en Cuba, en el legado de Ifá que entregaron los Ancestros en Cuba, no se conservaron, por las siguientes razones:
- por conveniencias prácticas en cuanto al manejo fonético de estas palabras, tanto para los individuos de nación (nacidos en África), como para los criollos (nacidos en Cuba), puesto que es más fácil decir Iyáfá, que Iyáónifá
- porque de todos modos, en el dinamismo de la expresión verbal cotidiana, la estructura de la palabra Iyáónifá, cuando es articulada en una conversación rápida, tiende a cerrarse, contrayéndose, y dibujando la fonética de Iyánifá, pero este mismo proceso sucede con la voz Iyánifá, que aún puede contraerse hasta la forma gramatical Iyáfá
- porque de todos modos, el significado de la voz Iyáfá tiene suficiente potencia ideológica
- y porque además, tenía reconocimiento la voz Ayáfá en su aplicación a estas sacerdotisas de Órunmilá, y la voz Ayáfá está más cerca de Iyáfá que de Iyánifá o de Iyáónifá
Las razones mencionadas permiten entender que los términos Iyánifá e Iyáónifá, no son anteriores a los términos Iyáfá, Ayáfá, como voces de uso cotidiano y generalizado entre las comunidades de devotos.
Los términos Iyánifá, Iyáónifá, fueron adoptados en un momento posterior, en interés de justificar una diferencia con las Iyáfá que perpetuaron la simiente de Ifá en Cuba.
De todos modos, los términos Iyánifá e Iyáónifá pueden considerarse correctos. De hecho, la voz Iyáfá puede concebirse como una contracción de las voces: Iyánifá e Iyáónifá.
Son cuatro los requisitos para que una dama acceda a la categoría de Iyáfá o Ayáfá, y estos son los siguientes:
- Que sea Akuétebbí o Sacerdotisa de Órunmilá, por haber recibido previamente Ikofá
- Que sea seleccionada para esta responsabilidad
- Que acepte el compromiso que esto significa
- Que se juramente mediante ceremonia
Estos cuatro requisitos deben cumplimentarse en el mismo orden en que fueron expuestos. Y la ausencia de cualquiera de esos requisitos, invalida para acceder a la categoría de Iyáfá o Ayáfá.
Por cuanto toda dama que se juramenta con Órunmilá mediante el pacto de Ikofá, se considera Ákuétebbí o Sacerdotisa de Órunmilá, con el curso del tiempo fue arraigándose en la comunidad de devotos de Ifá, el uso de los términos Ákuétebbí Iyáfá y Ákuétebbí Ayáfá, para referirse a estas mujeres consagradas al núcleo central de Ifá, y también, por supuesto, el uso de las formas derivadas de los términos anteriores: Ákuétebbí Yáfá, Ápétebbí Yáfá, donde: Yáfá representa una contracción de Iyáfá y también de Ayáfá.
De manera que las sacerdotisas de Órunmilá, se distribuyen en dos grupos:
- Ákuétebbí Kofá o Ákuétebbí Ikofá
- Ákuétebbí Yáfá o Ákuétebbí Iyáfá o Ákuétebbí Ayáfá
Donde Ákuétebbí Ikofá es el grupo mayor, y la fuente de donde se nutre el Círculo Honorable de las Iyáfá o Ayáfá.
Como esposas directas de Órunmilá, las Iyáfá o Ayáfá tienen el privilegio de un acercamiento sin límites a la manifestación de Órunmilá representada en ese fundamento consagratorio en particular, como dueñas y custodias del mismo, y tienen el privilegio de beneficios derivados especiales, algunos de los cuales, así como algunas de sus responsabilidades, representan auténticos poderes
En los últimos años del siglo XX se desarrolló un movimiento de devotos y seguidores de Ifá, que se deslumbraron con las escrituras de Ifá de origen nigeriano, redactadas en composiciones extensas, ordenadas y hermosas, en momentos en que la tradición de Ifá que se transmitió y conservó en Cuba carecía de obras con contenido y presentación similares, algo que aún es una realidad. Esta comparación fue desfavorable para la tradición que fue legada en Cuba, e influyó en que muchos devotos y buscadores entendieran que el sistema de cultos en Cuba tenía limitaciones, que gran parte de “la verdad” se había quedado en Nigeria, y que había que ir a buscarla allá.
Muchas personas lo creyeron así, porque eso es lo que parecía. Sin embargo, el estudio de los aspectos que se mencionan a continuación:
- de la evolución histórica que significó la Diáspora
- de conceptos básicos que se manejan en ambos sistemas
- de la forma en que se estructura el culto en ambos sistemas
- de la forma en que se aprende y se enseña el culto en ambos sistemas
- de la profundidad del contenido litúrgico y el simbolismo ceremonial de ambos sistemas
Permite entender que el sistema de Ifá que prevaleció en Nigeria no está a la altura del sistema de Ifá que fue legado para conservarse y transmitirse al mundo desde la Cuna Cubana, y que la línea nigeriana es una rama podada del árbol, es una línea que no se integró a la evolución histórica de Ifá que se verificó desde su llegada a tierras cubanas, porque no era su destino perpetuarse.
Con alguna frecuencia se escuchan voces conciliadoras que dicen que no hay Ifá de Cuba ni hay Ifá de Nigeria, porque Ifá es solo uno: Ifá.
Esto es cierto. Y precisamente por eso, porque Ifá es solo uno, no pueden ser los dos.
Porque ambos tienen diferencias básicas que les hacen diferentes, que les hacen dos sistemas distintos con el mismo nombre, y eso no puede ser válido en el culto.
Las diferencias en algunos pasos ceremoniales y en algunos ingredientes, no cuentan, porque eso es lógico, pues estamos hablando de lugares del mundo diferentes, con recursos naturales diferentes, y con una idiosincrasia y una mentalidad diferentes.
Me refiero a las diferencias en aspectos que son fundamentales, que son básicos. Me refiero a diferencias en aspectos que no pueden ser diferentes. Con respecto a esos aspectos, cuando se estudian ambas líneas, es posible entender dos cosas:
- que una de las dos es
- y que no pueden ser las dos
Ifá, el único, es la línea evolutiva que fue conducida por Orísha a Cuba, y que desde Cuba se ha diseminado por América y resto del mundo, incluso retroalimentando a Nigeria.
Ifá, el único, está viviendo en estos tiempos bajo la poderosa magia simuladora del Óddun Iréte Ansá (Iréte - Osá), que reproduce la historia del Shangó falso y el Shangó verdadero, algo que se explicará en otro contexto, porque se aparta de este tema.
Entiendo que estas aseveraciones incomoden a personas que dedicaron su tiempo y sus economías al sistema de cultos nigeriano que se auto denomina tradicionalista. Pero estas personas tienen hoy la alternativa de corregir el rumbo, y pueden comenzar por estudiar la evolución histórica de Ifá en Nigeria y en la Diáspora cubana, pero sin aprehensiones ni prejuicios, porque solo así verán muchas cosas que hoy no ven.
Quienes comenzaron a transitar por el camino de Ifá según la concepción nigeriana, tienen la opción y la oportunidad de continuar, acercándose a la tradición que fue conservada en Cuba, recorriendo así el mismo camino histórico que fue guiado por Orísha, el mismo camino evolutivo de Ifá que fue recorrido por los Ancestros.
Estos comentarios sobre la autenticidad de Ifá según el legado cubano y según las concepciones nigerianas actuales, son comentarios necesarios como preámbulo al tema de la mujer y el sacerdocio de Ifá, porque actualmente los seguidores de las tradiciones nigerianas, tratan de hacer prevalecer una concepción de Ifá que sostiene que la mujer puede acceder a todos los niveles de compromiso y de desempeño sacerdotal que el varón. Algunas posiciones son aún más audaces, y defienden el derecho de la mujer a recibir el fundamento consagratorio de Óddu, e incluso defienden el derecho de los varones homosexuales a acceder al sacerdocio de Ifá.
Y precisamente todos los aspectos mencionados, son profanaciones, desviaciones inaceptables de la norma, que transgreden los tratados de Ifá respaldados por la Divinidad, según las enseñanzas ancestrales, mandamientos y normas del Culto a Ifá que se estructuró en Cuba, que es la forma más evolucionada de Ifá que existe.
Con respecto al compromiso de la mujer con el sacerdocio de Ifá, las enseñanzas que fueron transmitidas en Cuba, independientemente de la diversidad de tribus y naciones africanas que llegaron al país en diferentes épocas, coincidieron en cinco puntos, que pueden considerarse enseñanzas directas que constituyen normas del Culto a Ifá:
1. Las mujeres pueden ser consagradas al sacerdocio de Ifá
2. Esta consagración las juramenta como Ákuétebbí o sacerdotisas de Órunmilá
3. Las sacerdotisas de Ifá tienen diferentes niveles de compromiso con Órunmilá
4. Todos los niveles de compromiso sacerdotal de la mujer en Ifá, tienen limitaciones que no son aplicables a los babálawó
5. Por lo cual, ninguno de los compromisos sacerdotales de la mujer, las capacita para reemplazar al babálawó en todos los oficios religiosos
El presente documento inicia una serie que pretende explicar estos aspectos, y que estará dedicada a abordar el tema de la relación de la mujer con el sacerdocio de Ifá, que es uno de los temas que contienen diferencias básicas entre lo que enseñan actualmente muchos seguidores nigerianos, y lo que trascendió y se conservó como enseñanzas de Ifá, en Cuba.
En este trabajo no se pretende debatir si la mujer puede hacer alguna actividad, o si no puede hacerla, ni se pretende argumentar las razones legales o históricas, que facultan a la mujer para desempeñarse en lo que sea, porque es sabido que:
La mujer puede hacer cualquier cosa que se proponga
Esto es una verdad históricamente demostrada, y no procederá con sensatez quien pretenda cuestionarlo. Se trata de que hay cosas que la mujer no debe hacer, por dos razones:
- porque es un contrasentido que la mujer emprenda acciones relacionadas con las gestiones de oficio del Culto, que no están avaladas por los tratados ancestrales que respalda la Divinidad
- porque así como sucede en la vida, también en el Culto, que es una proyección de la vida, hay evoluciones que la mujer no debe acometer, porque significaría una violación del orden natural, y de su papel sagrado e insustituible como mujer
Estas limitaciones no tienen relación alguna con discriminación sexual. Por el contrario, estas limitaciones tienen que ver con el respeto al Principio del Género, uno de los pilares del funcionamiento de la Creación, y tienen el propósito de mantener la pureza del enorme poder que cada género sexual tiene en las operaciones mágicas y en la transformación de la realidad. Este tema intentará explicarlo.
Esta serie se presenta en un orden, que está señalado por una numeración. Por tanto, para el seguimiento al desarrollo de este tema, deben leerse los artículos en el orden en que se van presentando.
Que Obbátalá toque la puerta e ilumine generosamente a quien tenga la generosidad de abrirle
Que Ifá, el único, corresponda a cada cual según su merecimiento
LA MUJER Y EL SACERDOCIO DE IFÁ - II
- Oddí Ká Ebóin Layé -
UN ACERCAMIENTO A LOS CONCEPTOS
- IYÁ -
La tradición de Ifá establecida en tierra cubana enseñó dos significados y dos aplicaciones para utilizar el término Iyá.
Iyá significa madre.
Y la madre, siendo el recipiente donde se prepara la vida, y siendo dadora de la vida, es alguien que merece respeto por derecho propio.
Por analogía con esta concepción de la madre, el término Iyá también se utilizó para ser aplicado a una mujer que, aún no siendo madre física de persona alguna, aún no teniendo hijos nacidos de su vientre, se le considera una mujer venerable, respetable.
Por tanto:
- Iyá significa: Madre
- Iyá significa: Mujer venerable, Mujer respetada
- IYÁTOBBÍ -
La tradición de Ifá establecida en tierra cubana enseñó que la voz Iyátobbí se refiere a una mujer que es madre de alguien.
Porque:
Iyátobbí significa: Madre realizada, Madre lograda
Al formarse de las voces y sus respectivos significados, siguientes:
Iyá Tobbí
(Madre) (Progenie - Progenitora - Que parió)
Iyátobbí también significa: Madre grande, Madre inmensa
Al formarse de las voces y sus respectivos significados, siguientes:
Iyá Tobbí
(Madre) (De grandes dimensiones)
- ÁKUÉTEBBÍ o ÁPÉTEBBÍ -
Ápétebbí es una deformación de Ákuétebbí.
Y Ákuétébbí es una forma derivada de la voz: Ákuétóbbí.
Ákuétóbbí, a su vez, es una forma abreviada de la voz: Iyákuétóbbí.
Donde las voces: Ákuétébbí, Ápétebbí, Ákuétóbbí, Iyákuétobbí, tienen dos significados:
Significado 1
Iyá kué tó ibí
(madre / mujer respetada) (llamar) (preparar) (lugar)
Por tanto, Ákuétébbí, Ápétebbí, Ákuétóbbí, Iyákuétóbbí, se refieren a:
Una mujer respetada que tiene la facultad y la responsabilidad de preparar un lugar, y de llamar, de convocar a las personas, a las entidades, a las evoluciones, cuya presencia será requerida en el lugar que se prepara.
Significado 2
Iyá kué tobbí
(madre / mujer respetada) (llamar) (de grandes dimensiones)
Por tanto, Ákuétébbí, Ápétebbí, Ákuétóbbí, Iyákuétóbbí, se refieren a:
- Una mujer respetada que tiene la facultad y la responsabilidad de llamar, de convocar, y hacer venir a algo grande
- Una mujer respetada que tiene la facultad y la responsabilidad de llamar, de convocar, a entidades, o a evoluciones de grandeza, de magnificencia
De manera que las voces: Ákuétébbí, Ápétebbí, Ákuétóbbí, Iyákuétobbí, se refieren a algunos de los aspectos que jerarquizan y ejecutan las sacerdotisas de Ifá, y por tanto, se refieren a algunas de sus misiones.
- IYÁFÁ, AYÁFÁ -
Iyáfá significa: Madre de Ifá, Mujer respetada de Ifá
Al formarse de las voces y sus respectivos significados, siguientes:
Iyá Ifá
(madre / mujer respetada) (...)
Ayáfá significa: Esposa de Ifá
Al formarse de las voces y sus respectivos significados, siguientes:
Ayá Ifá
(esposa) (...)
Los ancestros, varones y mujeres, que tuvieron la misión histórica de proteger, perpetuar y custodiar el conocimiento ancestral de Ifá en tierras cubanas, enseñaron a utilizar indistintamente, las voces Iyáfá y Ayáfá, como términos equivalentes para designar un mismo significado.
Las Iyáfá o Ayáfá eran y son las esposas de Órunmilá, entendiéndose como tales, a las Ákuétebbí o Sacerdotisas de Órunmilá que mediante una selección y una ceremonia, han sido investidas de la condición de esposas de Órunmilá representado en un fundamento consagratorio en particular, y considerándoseles desposadas con una manifestación de Órunmilá menos abstracta, condición que les permite una cercanía mayor a la Divinidad, concretamente, a Órunmilá.
Fuera de Cuba, el grupo selecto de las Iyáfá o Ayáfá, no fue llamado así, sino que para designarle se utilizaron las voces: Iyánifá, Iyáónifá.
Iyánifá es una forma abreviada de Iyáónifá
Donde:
Iyá óni Ifá
(madre / mujer respetada) (dueña) (...)
Con un significado consagratorio equivalente al de Iyáfá, puesto que es la misma categoría sacerdotal llamada de manera similar.
En la circunstancia supuesta, de que los términos Iyánifá e Iyáónifá existieran en la época en que el Culto a Ifá se estableció en Cuba, en el legado de Ifá que entregaron los Ancestros en Cuba, no se conservaron, por las siguientes razones:
- por conveniencias prácticas en cuanto al manejo fonético de estas palabras, tanto para los individuos de nación (nacidos en África), como para los criollos (nacidos en Cuba), puesto que es más fácil decir Iyáfá, que Iyáónifá
- porque de todos modos, en el dinamismo de la expresión verbal cotidiana, la estructura de la palabra Iyáónifá, cuando es articulada en una conversación rápida, tiende a cerrarse, contrayéndose, y dibujando la fonética de Iyánifá, pero este mismo proceso sucede con la voz Iyánifá, que aún puede contraerse hasta la forma gramatical Iyáfá
- porque de todos modos, el significado de la voz Iyáfá tiene suficiente potencia ideológica
- y porque además, tenía reconocimiento la voz Ayáfá en su aplicación a estas sacerdotisas de Órunmilá, y la voz Ayáfá está más cerca de Iyáfá que de Iyánifá o de Iyáónifá
Las razones mencionadas permiten entender que los términos Iyánifá e Iyáónifá, no son anteriores a los términos Iyáfá, Ayáfá, como voces de uso cotidiano y generalizado entre las comunidades de devotos.
Los términos Iyánifá, Iyáónifá, fueron adoptados en un momento posterior, en interés de justificar una diferencia con las Iyáfá que perpetuaron la simiente de Ifá en Cuba.
De todos modos, los términos Iyánifá e Iyáónifá pueden considerarse correctos. De hecho, la voz Iyáfá puede concebirse como una contracción de las voces: Iyánifá e Iyáónifá.
Son cuatro los requisitos para que una dama acceda a la categoría de Iyáfá o Ayáfá, y estos son los siguientes:
- Que sea Akuétebbí o Sacerdotisa de Órunmilá, por haber recibido previamente Ikofá
- Que sea seleccionada para esta responsabilidad
- Que acepte el compromiso que esto significa
- Que se juramente mediante ceremonia
Estos cuatro requisitos deben cumplimentarse en el mismo orden en que fueron expuestos. Y la ausencia de cualquiera de esos requisitos, invalida para acceder a la categoría de Iyáfá o Ayáfá.
Por cuanto toda dama que se juramenta con Órunmilá mediante el pacto de Ikofá, se considera Ákuétebbí o Sacerdotisa de Órunmilá, con el curso del tiempo fue arraigándose en la comunidad de devotos de Ifá, el uso de los términos Ákuétebbí Iyáfá y Ákuétebbí Ayáfá, para referirse a estas mujeres consagradas al núcleo central de Ifá, y también, por supuesto, el uso de las formas derivadas de los términos anteriores: Ákuétebbí Yáfá, Ápétebbí Yáfá, donde: Yáfá representa una contracción de Iyáfá y también de Ayáfá.
De manera que las sacerdotisas de Órunmilá, se distribuyen en dos grupos:
- Ákuétebbí Kofá o Ákuétebbí Ikofá
- Ákuétebbí Yáfá o Ákuétebbí Iyáfá o Ákuétebbí Ayáfá
Donde Ákuétebbí Ikofá es el grupo mayor, y la fuente de donde se nutre el Círculo Honorable de las Iyáfá o Ayáfá.
Como esposas directas de Órunmilá, las Iyáfá o Ayáfá tienen el privilegio de un acercamiento sin límites a la manifestación de Órunmilá representada en ese fundamento consagratorio en particular, como dueñas y custodias del mismo, y tienen el privilegio de beneficios derivados especiales, algunos de los cuales, así como algunas de sus responsabilidades, representan auténticos poderes
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